Solo el 27% de las personas migrantes en Perú tiene acceso a un seguro de salud

Fuente Dolores Sosa/MSF
Fuente Dolores Sosa/MSF

La migración venezolana en Perú ha marcado un precedente en el país, generando un impacto en las dinámicas sociales, laborales y sanitarias. A pesar de los retos que plantea la llegada de las personas provenientes de Venezuela, este también es un proceso que puede convertirse en una oportunidad para el crecimiento económico y la renovación social del Perú.

Impacto social: Nuevas oportunidades y desafíos

A lo largo de los últimos años, Perú ha recibido a más de 1.5 millones de migrantes venezolanos, lo que ha contribuido positivamente a la economía del país. Según un estudio de la Superintendencia Nacional de Migraciones, un 70% de los migrantes se encuentra en edad laboral, lo que potencia la fuerza de trabajo peruana, especialmente en sectores como la construcción, los servicios y la agricultura. Además, la migración ha generado una mayor diversidad cultural, enriqueciendo el panorama social del país con nuevas perspectivas y talentos que han ayudado a fortalecer la economía local.

Sin embargo, no todo ha sido fácil para los migrantes. Muchos enfrentan barreras significativas en términos de acceso a vivienda y empleo. Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) muestra que el 57% de los migrantes venezolanos viven en condiciones de hacinamiento, lo que contrasta con el 4% de la población peruana que experimenta este problema. Muchos carecen de contratos formales de arrendamiento, lo que agrava su vulnerabilidad social. A pesar de ello, la migración venezolana ha incentivado la creación de nuevas redes de apoyo y solidaridad, fortaleciendo la cohesión social en varias regiones.

Las políticas para promover una migración segura y ordenada no sólo son una cuestión de justicia social, sino también una estrategia para aprovechar el potencial de las personas migrantes y permitirles integrarse plenamente en la sociedad peruana. De acuerdo con el Banco Mundial, la migración venezolana ha generado un aumento de la demanda de productos y servicios, lo que ha estimulado el crecimiento económico en varias regiones del país, y ha contribuido a fortalecer la fuerza laboral y las dinámicas comerciales.

El desafío sanitario 

En el ámbito sanitario, los migrantes venezolanos también han enfrentado desafíos. Según la Encuesta a la Población Venezolana residente en el Perú (ENPOVE, 2023), sólo el 27% de los migrantes tiene acceso a un seguro de salud, mientras que un 73% no cuenta con esta cobertura. De aquellos que acceden a un seguro, el 73.6% está afiliado al Seguro Integral de Salud (SIS), lo que limita su acceso a atención médica formal y los obliga a recurrir a soluciones informales. Esto ha generado una presión adicional sobre los sistemas de salud, especialmente en las áreas urbanas donde la población migrante es más densa.

Sin embargo, este panorama puede cambiar. Según datos del Ministerio de Salud de Perú, un 33% de los migrantes venezolanos ha buscado atención médica en centros de salud, lo que refleja un esfuerzo por integrarse en el sistema de salud pública, a pesar de las barreras existentes. 

Un reto que impulsa el crecimiento 

La migración venezolana ha planteado desafíos, pero también ha ofrecido numerosas oportunidades para el  Perú. Las implicancias sociales y sanitarias de este fenómeno son una invitación a la reflexión y la acción para garantizar que los migrantes venezolanos puedan integrarse de manera efectiva y equitativa en la sociedad peruana. Al reconocer su contribución a la economía y la sociedad, y al mejorar su acceso a servicios básicos, Perú no solo está asegurando el bienestar de los migrantes, sino también el suyo propio.

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