SITUACIÓN DE LOS NIÑOS MIGRANTES VENEZOLANOS EN EL PERÚ

FOTO DE REDHNNA - Red por los Derechos Humanos de los niños, niñas y adolescentes
FOTO DE REDHNNA - Red por los Derechos Humanos de los niños, niñas y adolescentes

La situación de la niñez venezolana en el Perú es muy difícil y preocupante. La crisis en Venezuela ha llevado a millones de personas a abandonar su país, y buscar refugio en Perú, un país que se ha convertido en uno de los destinos principales debido a su cercanía geográfica y a las políticas relativamente abiertas hacia los migrantes.

Este complejo proceso migratorio ha originado desafíos sociales para el Perú, por las limitadas condiciones de atención en los sectores de salud, educación, vivienda, transporte, entre otros, lo que genera dificultades  para su permanencia.

De acuerdo a datos proporcionados por la Organización de Estados Americanos (OEA) y organismos internacionales de salud, se estima que más de 1.6 millones de venezolanos han llegado a Perú en los últimos años, y entre ellos, niños, niñas y adolescentes.

El acceso a la educación de muchos niños y niñas venezolanos en Perú es limitado por las diversas barreras que enfrentan, ya sea por la falta de documentación o porque sus familias no cuentan con los recursos suficientes para poder matricularlos. A esto se suma la discriminación y xenofobia que pueden enfrentar, pese a que el gobierno peruano ha emitido normas a favor de la inclusión educativa de niños, niñas y adolescentes migrantes.

En cuanto al acceso de los niños y niñas venezolanos a los servicios de salud, estos pueden experimentar limitaciones en el acceso a atención médica adecuada, lo que se agrava por la falta de información sobre los servicios disponibles y las costumbres culturales diferentes, a pesar que muchos de ellos padecen desnutrición, enfermedades respiratorias y gastrointestinales, así como sufren el riesgo de otros males como el sarampión y la viruela.

La pobreza también golpea a los migrantes ya que muchos padres venezolanos enfrentan dificultades económicas, lo que afecta la nutrición y el bienestar de sus hijos. La pobreza y la falta de empleo han ocasionado dificultades a las familias migrantes, lo que a su vez impacta en el desarrollo y la calidad de vida de las/los niñas/os.

Es importante destacar que, aunque en general, la población peruana ha mostrado solidaridad hacia los migrantes venezolanos, también se han presentado casos de discriminación y xenofobia. Esto afecta la integración social, así como la salud emocional y psicológica, dado que enfrentan múltiples cambios. Los menores por diversos motivos no acceden a profesionales para las consultas y tratamientos que requieren.

Según Unicef, durante los últimos años en el país se han experimentado significativos avances en el reto de asegurar que niñas, niños y adolescentes en el Perú puedan acceder a sus derechos y desarrollar plenamente su potencial. Uno de los resultados obtenidos es el trabajo sostenido que se ha realizado para mejorar este panorama con el compromiso del Estado, la sociedad civil, la cooperación internacional, el sector privado, así como de madres, padres y cuidadores y de las propias niñas, niños y adolescentes.

La encuesta ENPOVE 2022, señaló que el 64,2 % de la población refugiada y migrante de Venezuela de 0 a 5 años accedió al control de crecimiento y desarrollo, el 74,3 % recibió vacunación, 44,6 % a consejería (presencial, por teléfono o similar) y 57,8 % recibió suplementos de hierro.

Esta misma encuesta señala que el 27,5 % del total de la indicada población en el Perú, en edad escolar (de 3 a 17 años) aprobó el último nivel de estudios en Venezuela, mientras que el 53,2 % de ese mismo grupo lo hizo en Perú. Si se analiza a nivel de las ciudades de estudio, se mantiene la misma tendencia para la población de 3 a 17 años; ya que el 73,1 % de esta población en edad escolar residente en la ciudad de Arequipa aprobó el último nivel de estudios en el país; similar situación se registró para las ciudades de Ica (57,1 %), Trujillo (55,5 %), Tumbes (54,1 %), Lima y Callao (52,5 %) y Chiclayo (51,0 %).

En realidad, los niños venezolanos en Perú enfrentan una serie de retos importantes en términos de educación, salud, economía, integración social y seguridad. A pesar de los esfuerzos de diversas organizaciones y del gobierno peruano para apoyar a esta población, la situación sigue siendo crítica y requiere atención continua y de parte de las autoridades nacionales.
 
ALGUNOS DATOS IMPORTANTES

-       Violencia: Algunos niños venezolanos pueden ser vulnerables a la violencia y la explotación, incluyendo el trabajo infantil y situaciones de abuso. Las condiciones precarias en las que viven muchas familias migrantes los hacen más propensos a estas amenazas en el Perú.
-       Trabajo infantil: Ante la precariedad económica, algunos niños venezolanos se ven obligados a trabajar para ayudar a sus familias, lo que afecta su desarrollo integral y priva de su derecho a la educación.
-       Vulnerabilidad: Los niños migrantes son especialmente vulnerables a la explotación, el abuso y la trata de personas. La falta de redes de apoyo y el desconocimiento de sus derechos los expone a mayores riesgos.
-       Desnutrición: Según diversos estudios, existe una creciente preocupación por la desnutrición infantil en la población migrante, destacando especialmente la región de Tumbes debido a su alta concentración de migrantes.
-       Educación: En Lima y Callao, el acceso a la educación ha mejorado en comparación con otras regiones, pero sigue siendo bajo. Un informe de UNICEF indicaba que solo un 50-60 % de los niños venezolanos asistían regularmente a la escuela.

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