Mujeres migrantes en el Perú: ¡Urgen políticas que las protejan e incluyan en el mercado formal!
Las mujeres migrantes venezolanas que han llegado a Perú en los últimos años, tras huir de la grave crisis económica y humanitaria en su país, se enfrentan a una realidad compleja y desafiante. A pesar de encontrar en Perú un nuevo hogar, las dificultades laborales, sociales y de seguridad que atraviesan las ponen en una situación de vulnerabilidad que requiere una respuesta inmediata y efectiva por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hasta 2023, más de 1.2 millones de migrantes venezolanos han llegado a Perú, de los cuales un porcentaje significativo son mujeres. Este movimiento ha puesto de manifiesto las brechas existentes en la integración de estas mujeres en la sociedad peruana, donde la precariedad laboral y la violencia estructural continúan siendo obstáculos graves para su bienestar.
Un estudio realizado por el Centro de Atención Psicosocial (CAPS), en el marco del proyecto “Integrando Horizontes”, revela que el 100% de las mujeres migrantes venezolanas han sido víctimas de algún tipo de violencia, ya sea física, psicológica, verbal, de acoso sexual o xenofobia. Además, la discriminación laboral es otro factor crítico: muchas de estas mujeres se ven forzadas a aceptar trabajos informales, mal remunerados y, en ocasiones, en condiciones precarias. De acuerdo con el Ministerio de Trabajo de Perú, el 47% de las mujeres venezolanas trabaja en el sector informal, sin contratos ni protección social, lo que las expone a abusos económicos y laborales.
Uno de los aspectos más alarmantes que afecta a estas mujeres es la trata de personas. La falta de documentación legal, junto con las redes de tráfico de personas que operan entre Venezuela y Perú, las pone en una situación de extrema vulnerabilidad. Según el Ministerio Público, las migrantes venezolanas representan el 85% de las víctimas de trata en el país, fenómeno ha crecido de manera alarmante: desde 2018, el número de víctimas de trata en Perú ha aumentado un 500%. La mayoría de ellas son explotadas sexualmente u obligadas a trabajos forzados
La situación de vulnerabilidad de estas mujeres está determinada por varios factores estructurales. El estatus migratorio irregular representa un obstáculo fundamental para acceder a servicios básicos como la salud y la educación, lo que las obliga a depender de trabajos informales, sin los derechos laborales que les corresponden en otras circunstancias.
Es crucial que el gobierno peruano implemente políticas públicas que faciliten la regularización migratoria, ofreciendo acceso a servicios sociales y protegiendo los derechos de las mujeres migrantes. Además, es necesario fortalecer las redes de apoyo social y laboral que favorezcan su integración plena en la sociedad peruana. También es imprescindible promover un cambio cultural que elimine los estereotipos que perpetúan la violencia y la explotación, como la hipersexualización de las mujeres venezolanas, y que las valore como agentes de cambio.
Para que esta situación cambie, se requiere un enfoque integral que promueva la inclusión, el respeto a los derechos humanos y la equidad de género. Las mujeres migrantes venezolanas tienen mucho que aportar a la sociedad peruana, y es momento de que el país les brinde las oportunidades y la protección necesarias para que puedan contribuir con dignidad, seguridad y respeto. Solo mediante un esfuerzo conjunto y comprometido se podrá garantizar un futuro mejor para ellas, libre de violencia y explotación.