El viaje migrante de Salvatore Gullo: Una historia de resiliencia y esperanza
Esta es la historia de Salvatore Gullo, un psicólogo clínico venezolano que dejó atrás su hogar en Carabobo buscando un futuro más seguro y prometedor para su familia.
La migración es un fenómeno que conlleva una mezcla de esperanza y dolor, una travesía que transforma vidas y redefine destinos. Esta es la historia de Salvatore Gullo, un psicólogo clínico venezolano que dejó atrás su hogar en Carabobo buscando un futuro más seguro y prometedor para su familia. Su viaje, marcado por momentos de incertidumbre y desafíos, se convierte en un poderoso relato de resiliencia ante la adversidad. Al llegar a Perú, Salvatore no solo tuvo que adaptarse a un nuevo entorno cultural y profesional, sino que también enfrentó las complejidades de revalidar sus títulos y construir una nueva vida en un país extraño. A través de su experiencia, se visibilizan las luchas y las esperanzas de muchos migrantes venezolanos que, al igual que él, buscan rehacer sus vidas lejos de la violencia y la inseguridad.
Desafíos y Triunfos en la Nueva Tierra
La vida de Salvatore en Venezuela era un constante enfrentamiento con la delincuencia. Tras abrir una tienda de ropa para mujeres con mucho esfuerzo, se encontró en la difícil situación de haber sido víctima de robos en varias ocasiones. El momento decisivo llegó cuando los delincuentes amenazaron a su hija de cuatro años con un arma. Esa tarde, la familia comprendió que era hora de dejar atrás todo lo conocido. Con el corazón lleno de esperanza, Salvatore y su familia llegaron a Perú, donde comenzaron un nuevo capítulo. Sin embargo, los desafíos no tardaron en aparecer. Al llegar, Salvatore se enfrentó a la tarea de solicitar la residencia como padre de una hija peruana y luego de validar su título como psicólogo, un proceso que esperaba que fuera sencillo.
La Lucha por Reconocerse como Profesional
Aunque la revalidación de su título fue relativamente rápida, la colegiatura resultó ser un proceso complicado. Se encontró con una serie de requisitos que le resultaron abrumadores. «Me pidieron donaciones y más documentación de la que pensé que necesitaría. Fue una sorpresa negativa saber que no podría colegiarme sin hacer una reválida en la universidad», comenta Salvatore.
Sin rendirse, buscó alternativas y, gracias a una colega, descubrió un camino más accesible a través del Consejo Directivo Regional Uno de Lima. Un paso vital para cumplir su sueño de ejercer en el Perú.
Hoy, Salvatore ha establecido su propio centro de salud mental en Huancayo, donde se ha convertido en un referente para quienes buscan apoyo psicológico. Su esfuerzo ha dado frutos, y ha logrado crear un espacio donde las personas se sienten seguras para compartir sus problemas.
Construyendo un Futuro en Perú
Además de su labor en el consultorio, Salvatore ha incursionado en la docencia en universidades locales, donde ha tenido la oportunidad de transmitir su conocimiento a las nuevas generaciones. Sin embargo, a medida que su práctica profesional se expandía, decidió enfocar toda su energía en la atención a sus pacientes. «Me dedico a lo que realmente me apasiona: la consulta psicológica», afirma.
Salvatore es consciente de los retos que enfrentan los migrantes venezolanos en Perú y ha observado un creciente estigma hacia su nacionalidad, muchas veces alimentado por la criminalidad vinculada a ciertos grupos. Aun así, enfatiza que la mayoría de los venezolanos que migran lo hacen con el deseo de trabajar y reconstruir sus vidas. Con una perspectiva optimista, Salvatore comparte que su experiencia es solo un reflejo de las vivencias de muchos otros migrantes.